Adiós a frenar antes de un radar: el truco de la DGT que te va a desplumar
Ya hay plazo obligatorio para llevar en el coche la luz V16
El verdadero uso de la banda trasera que llevan algunos coches antiguos
Casi nadie lo sabe pero ésta es la carretera con la recta más larga de España

Las multas por exceso de velocidad se han convertido en una de las sanciones más comunes en las carreteras españolas. Frente a esta realidad, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha comenzado a implementar métodos más sofisticados para controlar a los conductores que intentan evitar las sanciones, especialmente aquellos que frenan repentinamente al pasar frente a un radar para reducir la velocidad de forma brusca.
Para combatir esta práctica, se utilizan radares de tramo, que miden la velocidad media de los vehículos a lo largo de un determinado tramo de carretera. Este sistema permite detectar a los conductores que intentan eludir la multa mediante un frenazo, ya que, al medir la velocidad en varios puntos, se calcula el tiempo total que el vehículo ha tardado en recorrer el tramo y se determina si ha superado el límite de velocidad.
Cómo funciona el radar de tramo
A diferencia de los radares tradicionales que sólo detectan la velocidad de un vehículo en el momento exacto en el que pasa por ellos, los radares de tramo funcionan de manera diferente. Este sistema mide la velocidad promedio de un vehículo a lo largo de un determinado de carretera, lo que permite identificar a aquellos que intentan «frenar» antes de pasar por el radar.
El método es simple pero efectivo: hay dos radares ubicados en distintos puntos de un mismo tramo de carretera, y calculan la velocidad media de un vehículo entre esos dos puntos. Si el tiempo que ha tardado en recorrer el tramo indica que ha superado el límite de velocidad, el conductor es sancionado, independientemente de que haya intentado frenar al pasar por el radar.
Una de las ventajas más importantes de los radares de tramo es que permiten a la DGT tener un control más riguroso sobre los conductores, ya que no dependen de una sola medición puntual. Esto hace que, aunque el conductor frene bruscamente al ver el primer radar, si ha mantenido una velocidad elevada durante todo el tramo, la multa se generará igualmente. Este sistema también se utiliza con radares móviles, lo que lo hace aún más impredecible y efectivo en la detección de infracciones.
En los últimos años, la DGT ha mejorado notablemente sus técnicas de vigilancia y control de velocidad en las carreteras españolas. La incorporación de radares de tramo es sólo una de las estrategias más efectivas para detectar a los infractores. Además, la institución ha comenzado a utilizar radares móviles, que se pueden colocar en diferentes ubicaciones a lo largo de una misma carretera, haciendo que los conductores no puedan anticiparse ni identificar con facilidad su ubicación.
Ubicación
Los radares de tramo están instalados en diferentes puntos de la red viaria española, sobre todo en tramos de carreteras convencionales, autopistas y autovías donde suelen producirse accidentes debido al exceso de velocidad.
Actualmente, existen alrededor de 92 radares de tramo bajo la titularidad de la DGT, distribuidos por todo el país, además de los que gestionan otras entidades como el Servei Català de Trànsit (SCT), los del País Vasco y los instalados por los ayuntamientos.
En Albacete, encontramos radares en la N-344 en los kilómetros 109.995 y 117.995, en direcciones opuestas. Estos radares tienen longitudes que varían entre los 8.500 y 16.000 metros. Además, en la N-430, hay puntos en los kilómetros 486.58 y 502.945, que cubren rutas con alta afluencia de tráfico.
En Asturias, el radar de tramo se encuentra en la A-8 en el PK 505.05, donde se mide una distancia de 1.082 metros. Esta ubicación es estratégica para monitorear el tráfico en una de las principales autovías del norte de España.
En Ávila, los radares de tramo se encuentran en la N-403, en los kilómetros 113.16 y 118.05, con distancias de 4.469 y 4.472 metros. Estos dispositivos controlan el tráfico tanto en dirección decreciente como creciente, garantizando que los conductores mantengan una velocidad segura.
En la provincia de Cádiz, los radares de tramo están ubicados en varias carreteras importantes, como la CA-33 en los puntos kilométricos 9.16 y 12.2, así como en la CA-35 en los kilómetros 2.737 y 7.02. En la A-45, en Málaga, también se encuentran radares en los puntos kilométricos 128.78 y 140.276, que cubren tramos largos de autovías y carreteras secundarias.
En Madrid, la DGT ha instalado radares de tramo en la A-4, AP-6 y N-320, en varios puntos estratégicos de la red de carreteras. En la provincia de Murcia, también se encuentran radares de tramo en la A-7 en los puntos 634.5 y 635.951, con distancias de 1.553 y 1.336 metros.
«Es un delito conducir con exceso de velocidad superior a la establecida en 60 km/h en vías urbanas y en 80 km/h en vías interurbanas. En los tramos de autovías y autopistas interurbanas de acceso a las ciudades en que se hayan establecido límites inferiores a 100 km/h, los excesos de velocidad se sancionarán con la multa económica correspondiente al cuadro de sanciones. El resto de los efectos administrativos y penales sólo se producirá cuando superen los 100 km/h y en los términos establecidos para este límite», indica la DGT en su página web.